Google Docs, ¿el fin del concepto de localidad de almacenamiento? por William Morris
Documentos en peligro
¿Cuántas veces, como usuario, perdió usted documentos importantes por roturas del disco rígido, o por sufrir la pérdida o el robo de una computadora?
¿Cuántas veces necesitó consultar documentos de su archivo, pero dejó la máquina que los contiene en su casa o en su oficina, y no puede acceder a ellos?
Se dice que una de las principales fuentes de filtración de información secreta de las tropas americanas en Irak, es la pérdida por robo, o descuido, de artefactos de hardware tales como notebooks o pendrives.
Y usted, ¿tiene sus backups al día? Probablemente no.
El terrible setup
Cada vez que evalúo cambiar mi computadora, pienso en lo que me cuesta instalar todo lo que ya tengo instalado, y me da vértigo. Normalmente me lleva meses tener la nueva PC con todo lo que ya tenía antes.
En este sentido, Microsoft ha hecho muy poco para mejorar un aspecto realmente muy malo y sin sentido que tiene el Windows en todas sus versiones. Las aplicaciones deben registrarse en el sistema operativo al realizarse la instalación de las mismas.
Es llamativo, pero los que peinamos canas informáticas sabemos que esto no ocurría en el viejo y nunca bien ponderado MS DOS. Las aplicaciones eran simples files que se ejecutaban, y listo. Podían entonces grabarse en copias de respaldo sin problemas, lo cual no pudo hacerse más con el advenimiento del Windows.
Nunca nadie pudo darme una buena razón por la cual deba subsistir este procedimiento incómodo, molesto, y que contractura todo el proceso de setup de un equipo nuevo. Probablemente sea una manifestación más de lo muy gordos que se pusieron los desarrolladores de Microsoft en los últimos 10 años.
La banda ancha cambia al mundo
Con Internet y banda ancha en casi todos lados, el mundo es otra cosa.
Desde prácticamente cualquier lugar se puede estar conectado. Entonces la pregunta es, ¿por que debo cargar con mis archivos en la computadora?
Las ventajas de tener todos mis files en la web en algo así como el Google Docs, seguros, siempre backupeados, sin necesidad de instalar, o cambiar versiones de software, accesibles y usables desde cualquier hotel o cibercafé de cualquier lugar del mundo, son absolutamente elocuentes.
El fin de una era en el negocio del software
En un par de años, el Google Docs y otros competidores que seguramente surgirán estarán suficientemente maduros como para seducir a gran parte de los usuarios actuales de Office. Incluso las empresas probablemente lo preferirán por las posibilidades de cooperatividad, de mayor control, y de menores costos.
Es también público y notorio que otros proveedores de exitosos productos de software comercial ya hablan de ofrecer sus productos de este modo.
Desde ya que Microsoft ha reaccionado, y parece tener en el Windows Live un producto similar. Pero la pregunta es, ¿si lo lanza masivamente, no canibalizará más rápidamente su negocio más rentable?
El retorno de los mainframes
Hasta fines de los ‘70, las terminales de las computadoras eran simples pantallas bobas con teclados. La inteligencia, el software, los datos, el procesador, estaban en otro lado, lejos o cerca, no importaba. Las terminales al estilo de las Televideo 910 se comunicaban con el computador central vía un protocolo RS232, que en muchos casos solo soportaba ¡¡¡300 baudios!!! O sea, 300 bits por segundo, esto es algo así como 30 caracteres por segundo. Hoy es una velocidad inimaginablemente lenta, pero, en aplicaciones de caracteres este nivel de velocidad era aceptable.
Las comunicaciones de cualquier tipo eran difíciles y carísimas, de modo que el tener terminales a distancia quedaba solo para grandes empresas.
A partir de los ‘80, las PC cambiaron el paradigma. Con sus procesadores de 8 y 16 bits, y sus diskettes de 360 Kb permitieron a los usuarios comenzar a generar aplicaciones locales que no necesitaban conectarse con ningún otro lugar. Las PCs eran autónomas, casi autistas, desde el punto de vista actual. Era usual que una empresa pequeña, o incluso mediana, tuviera una PC para toda su administración, o bien dos, o tres, físicamente desvinculadas, con aplicativos diferentes. En una podía llevar el stock, en otra la contabilidad y los sueldos.
Pasar cualquier cosa de una máquina a otra implicaba transportar físicamente diskettes.
Diez años después comienzan a proliferar las redes, las PCs se conectan, comienza el concepto de servidores de datos, pero la inteligencia sigue residiendo en las terminales.
Luego la revolución de Internet. Hacia fines del siglo 20 todo comienza a conectarse. Las autónomas e inteligentes PCs del pasado requieren cada vez mas estar en línea permanentemente, pero las comunicaciones no están tan disponibles, ni son tan confiables. Muchas conexiones son todavía dial up.
Hoy, la conexión a Internet es omnipresente. En prácticamente todas las empresas, y en la mayor parte de los hogares hay conexiones de banda ancha que funcionan sin interrupción y sin ningún tipo de servicio medido.
En este estado del arte se plantea la pregunta desde muchos sectores del software: ¿Para qué es necesario instalar el software en cliente, si se puede dar un servicio superior, y con mejor costo-prestación ofreciéndolo como servicio?
El lema “Software As A Services” de IBM es un claro ejemplo de lo que se avecina.
El turno del desktop
Ya desde hace tiempo muchas aplicaciones ya son exitosas hosteadas en la web. El ejemplo mas claro son los numerosos y exitosos webmails, entre los que descollan Gmail, Hotmail y Yahoo. Con esos servicios mucha gente entendió que podía gestionar su información relevante en la web sin mayores problemas.
Luego vinieron otros servicios. El ejemplo de www.salesforce.com fue paradigmático en aplicaciones.
Con todo ese panorama, ya somos muchos los que nos irritamos cuando tenemos problemas con los datos en nuestra PC local, y esperamos el día de poder tener nuestra PC virtual hosteada por Google, Yahoo, o quien sea.
O sea, un espacio completo, con todos los utilitarios y aplicaciones de negocios que utilizamos, y con el almacenamiento de todos nuestros files, tanto sean documentos, como fotos, videos o música. El sueño de sentarse en cualquier computadora y que sea la propia.